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La alimentación cruda: de qué trata, en qué se basa y otros consejos de la mano de Consol Rodríguez

Consol Rodríguez es una profesora de yoga y experta en nutrición y cocina. Tiene mucha experiencia en este ámbito y es capaz de responder a muchas dudas relacionadas con la alimentación cruda o Raw Food, un sistema de alimentación que está ganando cada vez más adeptos.

 

¿Qué es la alimentación cruda?

La alimentación cruda o Raw Food es un estilo de alimentación basado en plantas que podemos consumir sin cocinar. Sin embargo, Consol Rodríguez afirma que «no sólo se basa en la alimentación, sino que cuida el estilo de vida en general«. Lo que utilizamos para generar y consumir la energía de nuestro día a día no es sólo los alimentos que ingerimos, hay otros muchos factores que debemos tener en cuenta: descansar las horas necesarias, tomar el sol para obtener vitamina D, respirar aire saludable, hidratarnos con agua de calidad… «Va más allá de lo físico, también importa la parte emocional y espiritual«.

Sin embargo, la alimentación es la base para poder realizar el resto de funciones. La alimentación cruda se basa en los alimentos fisiológicos, es decir, las plantas, que podemos consumir sin necesidad de preparar o cocinar. Con ellas, tenemos un aporte de nutrientes mucho más elevado y una digestión más fácil. Los alimentos crudos que pueden ingerirse (porque, evidentemente, no todas las plantas crudas son comestibles), son ricos en fibra y mantienen nuestro sistema digestivo más saludable y enérgico.

 

¿Qué bebidas son las más beneficiosas para nuestro organismo?

Estar hidratados es crucial porque es una parte muy importante de nuestra salud y afecta al equilibrio de la presión arterial, es beneficioso para el corazón, para la digestión, la asimilación de nutrientes solubles en el agua, la salud muscular. .. Sin embargo, es muy complicado encontrar agua de buena calidad. La que viene embotellada es igual de mala que la que nos sale por el grifo, y es imprescindible filtrarla. Pero, al filtrarla, el agua se desvitaliza. En definitiva, hidratarse únicamente con agua es casi imposible. ¿Con qué podemos combinarlo?

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Zumos verdes

Los zumos verdes son una fuente de agua biológica que aporta una nutrición muy efectiva, especialmente si son zumos de verduras, ya que tienen pocos azúcares. Esto no significa que el azúcar de la fruta sea perjudicial, pero ocurre en la sangre enseguida, y la energía se consume inmediatamente. Los zumos verdes tienen pocas calorías y nos aportan magnesio y sales minerales.

 

Té o café

Son bebidas beneficiosas para nuestro organismo, pero no debemos abusar de ellas. Según Consol Rodríguez, «son bebidas medicina«. El café tiene un efecto laxante, estimulante, nos ayuda a quemar nuestras propias energías. Por eso, después de tomar café, nos sentimos mucho más vitales. Sin embargo, esta energía no nos la proporciona el café en sí, sino que sólo actúa como catalizador de la misma vitalidad y es gracias a la cafeína.

Con el té ocurre lo mismo, aunque contiene mucha menos cafeína, y el efecto es mucho más suave. El té verde y el té blanco son los más antioxidantes. Además, tienen un efecto antiaging y anticáncer.

 

Té macha

El té macha es uno de los más antioxidantes, porque sus hojas son directamente trituradas en crudo, sin tostar, y contienen muchos más nutrientes. Lo que hacemos a la hora de ingerir té macha es tomar la hoja de la planta directamente en polvo, por eso los nutrientes que nos aporta son tantos, y su función antioxidante es tan efectiva.

 

Bebidas no recomendables

Las bebidas gaseosas o de colores oscuros, brillantes y fluorescentes son las peores para nuestro organismo. Lo que nos provocan es una adicción a los azúcares oxidantes, porque nos generan una subida energética de repente, porque el azúcar pasa a la sangre rápidamente. Después, el pico de descenso es enorme y lo único que hace es generarnos necesidad de mayor azúcar. De esta forma entramos en la adicción.

 

¿Los vegetales tienen suficientes proteínas?

Aunque las frutas y verduras tengan un aporte de proteínas menor que otros alimentos, estamos completamente preparados para llevar una alimentación equilibrada basada únicamente en plantas, y tener la ganancia de proteínas necesarias.

En relación con las proteínas, es interesante el sésamo, el tahini, las nueces de Brasil, las almendras o las pipas de calabaza y de girasol. Las legumbres también tienen muchas. Al igual que los brotes como el kale y el brécol, que son imprescindibles para nuestra alimentación.

Con una dieta basada únicamente en vegetales crudos sin semillas, podríamos obtener tranquilamente entre 25 y 28 gramos de proteínas diarias, lo que es el mínimo recomendado para una buena salud. Lo que ocurre, que depende de la actividad física que lleves en tu día a día, es posible que necesites más. En este caso, tendrás que estudiar cómo puedes suplir las proteínas que te faltan, según tu actividad y metabolismo. «Si alguien se informa y realmente estudia qué necesita para su organismo, es muy fácil mantener una alimentación basada en plantas», asegura Consol Rodríguez.

 

Recomendaciones para iniciarse en la alimentación cruda

Además de las proteínas, es necesario dar importancia a las sales minerales ya las grasas. No existe célula que no exista sin los tres elementos.

El aguacate, por ejemplo, es una fruta muy digerible, tiene agua y fibra y muchas grasas de calidad. En relación a los nutrientes de los alimentos, para llevar una dieta equilibrada, la base es comer verduras de hojas, cuanto más oscuras, mejor. Esto se debe a que el color de las verduras y las frutas delata la cantidad de antioxidantes que tienen.

 

“El color de las verduras delata la cantidad de antioxidantes que contienen. Por ejemplo, una remolacha, que nos tiñe boca y manos, contiene muchos más antioxidantes que un nabo, que es de color blanco”

 

Si comparamos una remolacha con un nabo, es evidente que la remolacha tiene muchísimos más antioxidantes que el nabo. Basta con ver el color de la remolacha, que nos tiñe las manos y la boca, en comparación con el blanco del nabo. «Es interesante volverse a educar en el ámbito de los colores en la comida», afirma Consol Rodríguez.

 

La biodanza

Las culturas y el mundo vegetal son interesantes. Estamos constantemente haciendo conexiones entre los diversos alimentos y los efectos que tienen sobre nuestro organismo: la nuez tiene forma de cerebro y afecta a la memoria; los arándanos para las pupilas; una zanahoria cortada por la mitad tiene forma de ojo y afecta a la vista; la col va bien para los pulmones…

Aunque esto es más bien una conexión cultural y no científica, existe una explicación: “todos estamos conectados y formados por la misma materia. El universo responde con la misma conciencia a los estímulos”, explica la nutricionista Rodríguez.

 

“Exhalamos Co2, que el árbol toma y lo transforma el oxígeno, que volvemos a inhalar para expulsar su Co2 y así sucesivamente. Esta conexión entre los elementos del universo se llama biodanza. Una danza biológica en la que todos bailamos al mismo sueño”

 

En el ámbito de la biología contemporánea, existe un término muy bonito que sirve para definir esta conexión cósmica, asegura Consol Rodríguez. Esta conexión entre los diversos elementos del universo, como cuando yo exhalo el Co2, el árbol lo toma y lo transforma en oxígeno, yo lo inhalo y así sucesivamente. Esto se llama biodanza, una especie de danza biológica, en la que todos bailamos al mismo son. Unos le escuchan más y otros menos, pero sigue siendo una danza.

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