consejos de jai sugrim

“6 claves para ser un gran maestro de yoga”

Con motivo de su visita a YogaOne, el maestro Jai Sugrim nos ofrece 6 consejos para aquellas personas que quieren formarse como profesores de yoga

“¿Cuáles son las habilidades cruciales que uno debe poseer para guiar a otros en el camino del yoga?”. Me han formulado esta pregunta una y otra vez, en mi viaje como educador de maestros de yoga. No existe una fórmula mágica para transformarse de estudiante de yoga a profesor de yoga. En la India, la regla general es practicar durante diez años bajo la guía de un maestro creíble. Luego, si estás dispuesto a enseñar, comparte lo que se ha revelado en tu práctica personal diaria. Si bien confío en que esta opción es la mejor, hay habilidades específicas que debemos perfeccionar en el moderno yoga occidental. Observa los siguientes consejos, si tienes la intención de enseñar yoga a otras personas.

  1. Presta atención a tu práctica personal

Un gran maestro de yoga se hace en el laboratorio de su propia práctica. En mi propio entrenamiento, hace mucho tiempo, mi maestro David Life me dio un consejo clave. Él dijo: “siempre practica el doble de lo que enseñas”. Eso significa que si estás enseñando 6 clases por semana, debes practicar al menos 12 horas por tu cuenta. Nunca me he desviado de esta fórmula, la cual nos hace más fuertes en muchos aspectos en comparación con nuestros estudiantes, quienes nos buscan como inspiración. Si nos quemamos, trabajamos demasiado y carecemos de energía, por correr de un lado al otro, estaremos demasiado agotados para practicar.

Un gran maestro hace que su práctica sea constante, de esta manera su entrega proviene de un lugar de experiencia personal, no de teoría. La práctica se desarrolla en el corazón de un practicante perseverante de forma experiencial y llena el cuerpo de energía. Esta energía palpable es bien recibida por el estudiante de yoga, porque el profesor practicante es una fuente de gran inspiración. Recomiendo practicar a primera hora de la mañana, para que te establezcas en el estado de yoga, a medida que comienza el día. Tu mente estará más centrada para enfrentar los altibajos de la vida.

  1. Una voz bien entrenada

Nuestra voz es la herramienta más importante para enseñar yoga. Si la comunicación no es la fuerza natural de uno, siempre recomiendo tomar clases de P.N.L (programación neurolingüística), o clases de interpretación. Esta capacidad ayuda a los maestros a explorar el rango completo de su voz, y cómo se puede modular para adaptarse a una experiencia de enseñanza.

Por ejemplo, la voz debe proyectarse en una sala grande cuando enseñamos con música. Tiene que ser lenta, profunda y precisa cuando se guía una sesión de yoga nidra y de meditación. Un tono de voz monótono durante la duración de una clase probablemente afectará a los estudiantes de manera incorrecta. Así que practica ajustando el tono y el rango de tu voz para comunicarte como la situación requiere. ¡La conciencia de lo que se exige en el momento es clave! Algunos escenarios requieren una energía más dura y otros requieren una energía suave.

  1. Conocimiento del cuerpo humano

Todos los profesores de yoga deben tener un conocimiento básico de la anatomía y fisiología humana. La conciencia del esqueleto humano, los músculos, los diferentes sistemas (respiratorio, circulatorio y nervioso) y su capacidad para adaptarse a diferentes entrenamientos específicos transforman a un maestro común en un «científico del yoga».

La inclinación hacia la ciencia crea confianza entre el alumno y el profesor. El estudiante estará más atento y trabajará más duro con un profesor bien formado. Si te perdiste las clases de anatomía y fisiología en la universidad, ahora te tocará quedarte alguna noche o el fin de semana en casa estudiándolas. También existen buenas herramientas digitales y clases on-line que pueden ayudarte a sumergirte profundamente en el funcionamiento del cuerpo humano. Nunca seas tímido para construir sobre niveles de conocimiento previamente establecidos. Cuanto más te alinees con las ciencias básicas, ¡mejor!

  1. Desarrollar un fuerte sentido de los límites

Un buen profesor tiene unos principios personales y vive de acuerdo a esos principios. El aula de yoga es un lugar donde los estudiantes deben hacer un trabajo profundo. Debemos saber por nosotros mismos, si queremos ser profesores que ofrecen abrazos, qué tipo de orientación queremos ofrecer una vez que termine la clase y cómo controlar la energía sexual para que no se filtre por todos lados.

Cuando tenemos principios personales sobre asuntos delicados como estos, estamos transmitiendo un alto nivel de profesionalidad a las comunidades locales y globales. Los estudiantes responden positivamente a los profesores con gran autodisciplina y autocontrol. Recomiendo un alto nivel de profesionalidad cuando se trata de ayudar a los estudiantes que podrían estar pasando por problemas personales fuertes como el divorcio, la muerte de un ser querido, una transición profesional o un aislamiento extremo.

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  1. Una pasión por ayudar a los demás

Trabajarás con cuerpos sudados y en ocasiones, con exceso de trabajo, guiando a los estudiantes que quizás están pasando por una crisis o una enfermedad. Tienes que estar constantemente formándote y tratar de mantenerte centrado en los altibajos de tu propia vida. Si no tienes una pasión por hacer un buen trabajo, ni siquiera te plantees convertirte en profesor de yoga.

Mi pasión por encontrar la luz en los corazones de los demás fue la clave para cultivar la persistencia y la paciencia necesarias para enseñar yoga, a largo plazo. La pasión por ayudar a los demás te guiará a través de las partes menos atractivas del trabajo. ¿Amas a la gente? Si eres alguien que quiere marcar una diferencia en la vida de los demás, estás en el camino correcto.

  1. Experiencia de vida

Tener 22 años, ser fuerte, flexible y de buen aspecto motivará un poco a los demás, pero no es suficiente para crear una relación profunda y duradera con las demás personas. Sé una persona que se arriesga. Viaja, enamórate, toma riesgos con tu carrera, aborda tus mayores adicciones una a una, persigue tus intereses personales y experimenta toda las propuestas que ofrece la vida.

De esta manera, te convertirás en una persona que conoce la variedad de experiencias humanas y las complejidades de la vida. Serás un guía de referencia, habiendo vivido plenamente. Los obstáculos para la práctica espiritual se vuelven claros para quien ha pasado por una amplia gama de experiencias humanas. Siempre elijo profesores de yoga que tienen al menos 10 o 20 años de experiencia de vida más que yo. De esta manera me siento cómodo haciéndoles preguntas, sobre la práctica, cuando estoy explorando mis propios puntos débiles. El camino de la enseñanza del yoga es extremadamente gratificante. Todo el arduo trabajo para convertirse en un guía con experiencia y confianza vale la pena. Solo somos espejos para nuestros estudiantes, y les reflejamos lo que necesitan ver en sí mismos. Ten en cuenta estos consejos personales mientras estudias, entrenas y meditas a diario.

No pierdas la oportunidad de aprender junto a Jai Sugrim

Jai Sugrim estará del 5 al 11 de agosto en YogaOne Verdi llevando a cabo un curso de 45 horas dirigido a futuros profesores de yoga que quieran perfeccionar sus habilidades de enseñanza. Puedes consultar más información aquí.

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